Kabiezes luce nuevos murales con los graffitis del artista santurtziarra Kero
Antes de convertirse en el núcleo santurtziarra con mayor número de vecinos y vecinas, hasta principios del siglo XX Kabiezes era un entorno eminentemente rural, escasamente poblado en el que la agricultura y la ganadería era la principal actividad. Poco a poco, el desarrollo urbano de los años 50 y 60, propiciado por el proceso de industrialización de Bizkaia, y en concreto de la comarca, alcanzó a este populoso barrio santurtziarra.
Varias han sido las iniciativas que desde el Ayuntamiento de Santurtzi se han ido poniendo en marcha en los últimos años con el fin de recuperar parte de la historia y de la memoria de este barrio. La creación de un carrejo de bolos a katxete o la instalación de fotografías antiguas en el entorno del mercado municipal son algunas de las actuaciones que se han desarrollado en este sentido, a las que, en estas últimas semanas, se ha añadido la creación de una serie de murales en el entorno del parque Ranzari. Se trata de un conjunto de graffitis que, de la mano del artista santurtziarra Kero, rememoran que ese lugar antaño era pasto de vacas y demás animales que pastaban en el mismo. “Le he querido dar un toque divertido, con algunos elementos que no tienen que ver con los animales, pero siendo ellos los protagonistas, los mismos que hasta hace escasas décadas eran los principales habitantes de Kabiezes”, señala el artista.
“Una vez concluidas las obras de toda esta zona, con la reparación integral de la pasarela que une ambos lados de la carretera, que ha supuesto un desembolso de prácticamente 200.000 euros, hemos querido dar un toque de color a la zona, recordando que aquí había vacas y animales hasta no hace tanto. Es una forma de recordar lo que era Kabiezes, y no vimos mejor forma de hacerlo que echando mano de los artistas locales de nuestro pueblo, a quienes tenemos seguir poniendo en valor y apostando por ellos”, ha señalado la alcaldesa de Santurtzi, Aintzane Urkijo.
El trabajo que Kero ha llevado a cabo se desarrolla a lo largo de varios murales que abarcan todo el recorrido de la propia pasarela, incluyendo las peanas que hacen de soportes de la misma, así como muros en cada uno de los extremos de dicha estructura.
Para acondicionar el conjunto de soportes en los que se ha grafiteado y poder llevar a cabo esta serie de murales, el consistorio ha destinado una partida de algo más de 11.000 euros.