“Confío en el equipo y ellos en mí, es la clave para seguir creciendo”
El pasado mes de enero te proclamaste ganador del Cross de Bizkaia disputado en Ortuella, ¿cómo se desarrolló la carrera?
Fue muy emocionante, ya que me planteé un reto que consistía en intentar ganar tanto los 3.000m del Campeonato de Euskadi de Clubes como el Campeonato de Bizkaia de Cross. Una vez conseguí el sábado la primera parte, el domingo llegaba con un extra de motivación. Sabía que el terreno era liso, sin barro y apenas cuestas, un cross adecuado para mí. Sin embargo, tenía incertidumbre, ya que el esfuerzo del sábado podía pasar factura; pero cuando empecé a calentar y no notaba resentidas las piernas, sabía que iba a ser una buena carrera. Ganar no iba a ser fácil puesto que contaba con atletas laureados como Ismael Razgha y un clásico del fondo vasco, Oier Ariznabarreta. La carrera se rompió desde el principio y nos quedamos solos los tres. Somos atletas totalmente diferentes; Razgha de montaña, Oier de ruta y yo de pista. Por tanto, mi estrategia era aguantar al grupo y en la última vuelta descolgarme. Recuerdo algo muy peculiar y es que a falta de una vuelta Oier nos dio la mano a los dos deseándonos suerte. Después pegué el primer cambio, pero sin éxito, Oier estaba detrás y no conseguía descolgarle, relajé ritmo y a falta de unos 800 metros decidí meter un cambio todavía más fuerte y brusco. Lo conseguí, las piernas todavía recordaban el ritmo del sábado y me llevé la victoria.
¿Qué otros logros has conseguido hasta la fecha?
Mi mayor logro ha sido la marca de 8,25” en 3.000m del año pasado. La intención en esa carrera era intentar mejorar mi marca y me sorprendí a mí mismo con ese registro. Me quedé sorprendido tanto por la marca como por las buenas sensaciones, ya que corrí de menos a más. Creo que este año tengo una buena base para meter otro mordisco a mi marca de los 5.000m. A nivel nacional tengo un 6º puesto en 1.500 obstáculos, 8º en 3000m sub-23 y ocho veces campeón de Euskadi de cross.
¿Es el cross tu especialidad dentro del atletismo?
Es donde más he destacado en categorías inferiores, ya que estaba invicto en los campeonatos de Euskadi hasta este año, que quedé tercero. Se me da bien porque suelo gestionar adecuadamente mi esfuerzo, guardando siempre algo para el último tramo de carrera, que para mí es fundamental ya que en muchas ocasiones es donde se decide la carrera. Aparte del cross, del 1.500 al 5.000 también suelo destacar, ya que he conseguido vencer varias veces en los campeonatos de Euskadi y he corrido finales en los campeonatos de España.
¿Qué metas te marcas de cara al futuro deportivo?
Ahora mismo sólo busco un objetivo: conseguir este año una buena marca de 5.000m en torno a 14,30 y si puedo algo más, mejor. De momento no tengo metas muy ambiciosas, ya que combino mi vida deportiva con el trabajo de auditoría y un máster de contabilidad. Por tanto, sólo busco disfrutar y seguir mejorando, en el momento que alguna me falle, el atletismo a este nivel también. Actualmente no tengo un planning de entrenamiento, todo lo hago sobre la marcha. Normalmente antes de llegar a casa sobre las 21h, hablo con mi entrenador, Iker Gallego, para que me mande el entrenamiento; y por supuesto, a esas horas sólo me acompaña la música y la soledad (jaja).Él se encarga de gestionarme el calendario de competiciones. Su esfuerzo es clave para que pueda seguir manteniéndome a este nivel. Me gustaría ver hasta dónde es capaz de llegar mi cuerpo; sin embargo, el tiempo no me lo permite y por tanto me tendré que adaptar y seguir jugando.
¿Qué tiene de especial el Club Atletismo Santurtzi?
Llevo ya cinco años. Es un equipo que siempre se ha portado muy bien conmigo y con mis compañeros; la impresión que tienen los atletas sobre el equipo es buena. Además, el trato que tienen conmigo es excelente y el ambiente excepcional, confían en mí y yo en ellos, y creo que es clave para que podamos seguir creciendo juntos.
¿Qué te aporta personalmente el atletismo?
Antes de empezar a trabajar, me servía como método de relajación y desconexión, ya que después de un día de estudio me venía bien despejar la mente disfrutando y sufriendo con mis compañeros. Este año, esa sensación sólo la tengo en las competiciones. En los entrenamientos llego tan cansado que me cuesta arrancar y buscar esa sensación de bienestar. Lo que me ayuda a seguir entrenando es que sigo mejorando, los objetivos de la temporada y tanto la aportación de mi familia como de mi entrenador. Espero seguir cumpliendo mis objetivos deportivos y profesionales y algún día volver a recuperar esa sensación de tranquilidad en los entrenamientos, clave para conseguir exitosos resultados.