“Esta novela es un ambicioso proyecto literario y un reto personal”
Recientemente has publicado un nuevo libro, ‘Línea de vida’, ¿de qué trata?
Cuenta la historia de cuatro generaciones de tres ramas de una misma familia desde el final de la Guerra Civil hasta nuestros días. En ella los personajes, que arrastran unas historias personales que les condicionan durante toda su vida, viven en primera persona los acontecimientos históricos más importantes del país durante esa época. Así, mientras un protagonista es un bisabuelo maqui huido tras la Guerra, un bisnieto es un skin. O mientras uno vive la reconversión industrial en Bizkaia en los años 80, otro está presente en el concierto de los Beatles en Madrid en los años 60. Finalmente, todo se enlaza intergeneracionalmente, no pudiendo desvincular pasado y presente.
¿Cómo surgió la idea de esta novela?
La idea surge de la vida de mi abuelo, que vivió desde 1924 hasta 2018. En esa época él conoció la monarquía de Alfonso XIII, la República, la Guerra Civil, las cuatro décadas de franquismo, la Transición y la democracia. En una sola vida, nació sin agua corriente ni electricidad y murió viendo vídeos enviados por WhatsApp. La idea es de qué manera en la vida de un hombre, el mundo ha cambiado radicalmente y nuestro país ha visto unos acontecimientos impactantes que han marcado la Historia de España. Esta es la historia contada desde el punto de vista de personas sencillas que vivieron en primera persona acontecimientos como el 23-F o el asesinato de Miguel Ángel Blanco.
¿Cómo ha sido el proceso de documentación?
Ha sido complicado porque es fácil recurrir a información de los últimos treinta años, ya que son vivencias personales, pero tratar de plasmar el Madrid de los años cuarenta o el Santurtzi de los 70 exige investigar. No sólo los grandes hechos, sino pequeños detalles como la forma de vestir o cómo se iba a trabajar. Hay que pensar, asimismo, que he tenido que documentarme mucho, ya que abarco un periodo de vida dilatado. Así, contar la Guerra de Ifni o la formación de ETA implica acontecimientos históricos muy variados en tiempos muy distintos. La inspiración, sin duda, ha sido el tipo de vida de mi abuelo, mi padre y en última instancia, yo. Tres generaciones que han conocido mundos muy diferentes.
Son ya muchos los libros que has publicado en las últimas dos décadas, ¿cuáles consideras que son tus grandes obras?
Cada una tiene su particularidad. A nivel de novela histórica clásica, sin duda tengo que destacar ‘El pasado fue una guerra’, posiblemente la más exitosa y premiada. Pero ‘De Socuéllamos a Mauthausen’ tiene la responsabilidad de narrar la vida del último español superviviente de ese campo de concentración, para lo que fui a conocer a su familia y su casa en Francia, donde vivió. ‘El sendero hacia el abismo’ es el thriller que más ha gustado, por ejemplo.
¿Qué consideras que tiene de especial ‘Línea de vida’ con respecto a tus anteriores libros?
Esta novela era un reto personal. Primero porque abarcar casi ochenta años de historia, con un reparto coral de personajes unidos genealógicamente, exigía ahondar en un periodo dilatado de tiempo en el que sucedieron muchas cosas. Asimismo, que la acción se desarrolle en tres localizaciones (Madrid, Bizkaia y el Sáhara) me ha permitido tocar todo lo sucedido desde diferentes ópticas geográficas y humanas. Y finalmente, el tiempo entre generaciones me ha posibilitado mostrar la evolución en ciertos aspectos sociales. Por ejemplo, el libro cuenta cómo a los homosexuales se les aplicaba la Ley de Vagos y Maleantes y de qué manera se culmina con la aprobación de la Ley del Matrimonio de personas del mismo sexo. La novela va a evocar en el lector los momentos significativos que tantas veces hemos visto por televisión, como el 23-F o a Massiel ganando Eurovisión; dramas que nos han impactado, como los atentados de ETA; nostalgia, como las Olimpiadas de Barcelona 92; o problemáticas actuales, como las mafias que mandan inmigrantes en pateras a España. Y nos van a recordar movimientos sociales como la lucha por la democracia en la Transición, las revueltas obreras de la reconversión industrial, la lucha por la paz en Euskadi o la clandestinidad del nacionalismo vasco durante el franquismo. Es, como veis, un ambicioso proyecto literario.
Eres presidente de la Asociación de Escritores de Santurtzi, ¿qué labor realiza la entidad?
Fue creada en 2018 y en estos momentos somos una veintena de autores y autoras de Santurtzi. Estamos presentes en todas las Ferias del Libro de Santurtzi y la acogida que todas nuestras obras han tenido en la localidad ha sido muy alta. Tenemos un libro editado por la Asociación en la que todos los autores hemos aportado un relato corto, que nos ha servido como carta de presentación. Cada año seguimos avanzando en actividades (charlas, presentaciones, publicaciones…) en las que dotar a Santurtzi de otra fortaleza cultural.