El alumnado de doce centros planta una treintena de cerezos en Ranzari
Ganar espacios verdes en los municipios se antoja difícil. Carreteras, avenidas, plazas y construcciones de todo tipo arañan tierra a la naturaleza haciendo que el cemento se vaya abriendo paso por cada vez más hectáreas. Pero la importancia de contar cada vez con un mayor número de árboles encendió la llama para la designación del Día del Árbol. Aunque oficialmente esta fecha se fijó el 27 de abril, cada municipio ha ido adaptándose a su calendario para su celebración.
Y a su vez, cada municipio ha ido incorporando nuevas actividades para conmemorar este día. Aunque el programa siempre cuenta con un punto fijado que no puede variar y que es la esencia de la celebración de esta jornada: la plantación de un árbol.
Si el pasado año los nuevos ejemplares arbóreos echaron raíces en las faldas del Serantes, junto al depósito de agua de Mamariga, este año se ha optado por Kabiezes, para incluir nuevos ejemplares a una cada vez mayor extensión verde.
Hace unos meses que se inauguraba en el Parque de Ranzari un área para el disfrute de la modalidad autóctona de bolos a katxete y ha sido ese el espacio donde se han plantado los gérmenes de lo que acabarán siendo robustos árboles.
En la actividad, enmarcada dentro de la Agenda Local 21, participó el alumnado de una docena de centros escolares en una jornada que se alargó durante una mañana entera. Son una treintena de cerezos ornamentales lo que forman parte ya del paisaje santurtziarra. Así mismo, el evento contó con varias actividades organizadas por el propio alumnado y la colaboración del instituto San Jorge, cuyo alumnado se ha encargado del audio del evento. Bertsos, bailes y canciones compuestas por los propios alumnos y alumnas cerraron el programa de actos.
El objetivo de la celebración de este día es doble. Por un lado se impulsa y conmemora el propio Día del Árbol, dando a conocer los beneficios y necesidades de mantener el planeta verde. Por otro lado, los participantes pudieron replantar y repoblar un espacio que hasta ahora carecía de árboles. Las cinco especies de cerezo que han sido plantadas ornamentarán el espacio dedicado al deporte rural.
Desde el Consistorio apuntan que este espacio estaba, hasta hace poco, lleno de plantas invasoras. Es por ello que se optó por su retirada y eliminación para proceder al adecentado de la zona. Una vez el espacio quedó libre, se pudo crear la propia pista de los bolos a katxete a la que se le suma ahora esta treintena de nuevos ejemplares de cerezos, recuperando un espacio de ocio para los y las santurtziarras amantes del deporte y la naturaleza.