El Ayuntamiento de Santurtzi diseña un Plan temporal de Ajustes Económicos

Los esfuerzos se encaminan a no dejar a nadie atrás
Se trata de adaptar la actividad ordinaria a la nueva realidad

La actual situación provocada por el COVID19 ha hecho que a nivel general las instituciones, y en primera persona, los Ayuntamientos hayan tenido que adaptar la actividad ordinaria a una nueva realidad. Nueva y muy complicada, por el duro golpe que esta alerta sanitaria a nivel mundial conlleva en todos los ámbitos, y que no es ajena a Santurtzi.

Desde el primer momento, todos los esfuerzos en Santurtzi han ido encaminados a no dejar a ningún vecino ni vecina atrás; a cubrir las necesidades básicas de todos y cada uno de sus vecinos y vecinas, apostando también, por todos los sectores económicos que generan empleo en nuestra localidad.

Ha sido y sigue siendo el momento de ayudar a los colectivos más vulnerables. Por ello, todo lo que no sea ayudar a las personas en el sentido más básico, debe ser relegado a un segundo ámbito que llegará cuando se pueda recuperar la nueva normalidad, una vez cubiertas estas necesidades. La situación actual ha dejado en evidencia que cualquier solución tiene que venir de la unión de las personas. De dirigir los recursos a las mismas, con un sacrificio colectivo como pueblo enfocado a ellas, a no dejar a nadie atrás. 

Se ha producido un incremento del 57% en el número de solicitudes de Ayudas de Emergencia Social con respecto al mismo mes del pasado año (pasando de 244, con un importe de 259.421 euros, a 384 ayudas por un total de 353.255 euros); en una subida del 30% en el número de personas usuarias del Banco de Alimentos (pasando de 620 familias en febrero a 800 en mayo); en un paro que ha pasado desde diciembre de 2019 del 14,7% al 17,3% en abril.

En definitiva, el COVID19 ha apaleado la economía de muchos santurtziarras. Una realidad que también se da en la economía del consistorio.

Por ello, las cuentas municipales deben adaptarse a un nuevo escenario, a una realidad en la que inicialmente no se contemplaban necesidades de primera necesidad para centenares de familias; ni para centenares de personas con negocios en el pueblo que han visto que su fuente de ingresos se veía cerrada de un día para otro, durante un largo periodo de tiempo. Por ello las cuentas han tenido que ir adaptándose para dar respuesta a las verdaderas prioridades.

"Hemos invertido hasta el momento 450.000 euros en ayudas a colectivos de personas con pequeños negocios; otros 486.000 euros es la partida incrementada de Ayudas de Emergencia Social de Gobierno vasco; otros 350.000 euros dejará de ingresar las arcas públicas en conceptos de impuestos, tras la decisión del Equipo de Gobierno de exonerar de ciertos impuestos a quienes han visto cómo su actividad debía cesar", señala la alcaldesa, Aintzane Urkijo.

Y estas son las primeras medidas ya en marcha, pero no serán, ni pueden ser, las últimas, porque para que la economía a pie de calle fluya, debemos inyectar capacidad económica a las familias, y eso lo haremos con nuevas medidas que pondremos en marcha en forma de bonos de consumo para gastar en el tejido empresarial de nuestro pueblo y otras iniciativas, acordadas con el sector, que incentiven el consumo y que se irán poniendo en marcha en las próximas semanas.

De forma estimatoria se espera una disminución de 2,4 millones de euros en la cantidad a ingresar durante este ejercicio 2020 en concepto de pago de impuestos y tasas como son IBI, licencias de obras, tasas de polideportivo, Escuela de Música, terrazas…

Pero son las cantidades que cada consistorio recibe de la Diputación a través del Fondo de financiación municipal lo que engrosa en mayor medida el presupuesto municipal anual y todo apunta a una reducción nunca antes vista, con una disminución de más de 8,5 millones que dejará de recibir el consistorio santurtziarra.

Con estas cifras tan drásticas se hace obligatorio trabajar en un Plan Temporal de ajustes con el fin de no dejar a nadie atrás. Así, el consistorio trabaja en el estudio de diferentes líneas a seguir con este fin, reforzando servicios básicos y readecuando temporalmente aquellos que no son una primera necesidad en la actualidad.

Plan temporal de ajuste económico

En este sentido, se trabaja en un Plan temporal de ajuste económico que abarca diferentes ámbitos municipales, como por ejemplo, a nivel de ocio y cultura, debiendo atender a estos criterios, por lo que se adecuará temporalmente el número de sesiones de cine, cine-forum y teatro municipal hasta la salida de esta crisis provocada por el Covid19; y también se reorganizará la atención presencial de información turística a los nuevos parámetros y a las nuevas formas de la actividad turística previstos…

Se estudia igualmente la posibilidad de hacer un reajuste temporal de la oferta de las clases que se imparten en la Escuela de Música para el próximo curso, adaptando la misma a los cursos más demandados y las horas lectivas del profesorado.

Entre otras medidas se encuentra también la adecuación temporal de la oferta del Instituto Municipal de Deportes para el próximo año, con una programación adaptada a la nueva realidad que a su vez conlleve un gasto más moderado; y este punto también se debe pensar en municipalizar el servicio de Juventud, gestionándose desde el área de Cultura con recursos propios; así como reducir las actividades de ocio, en alrededor de un 20% de la programación actual.

En el área de obras públicas, quedará aplazado el inicio de obras comprometidas como la remodelación integral de la calle Cervantes, Doctor Fleming, Iparragirre, Pedro Icaza… que suponían un gasto previsto de 3,6 millones de euros y que ahora deberán ser destinados a otros fines más sociales.

En definitiva, “estamos ante una situación en la que tenemos que aportar de verdad en lo prioritario. Los proyectos como pueblo pueden esperar, pero las personas no. Siempre las personas han sido nuestro eje de acción, y ahora, más si cabe, mucho más”, ha señalado el concejal de Hacienda, Joseba Ramos, quien ha añadido que “debemos ajustarnos a unas nuevas cuentas, a un panorama que nada tiene que ver con el que teníamos en mente, con una bajada en la recaudación y unas necesidades de vecinos que van a tener que estar en el foco de nuestra actuación, y como tal debemos actuar”.

“El dinero que tengamos tiene que servir para salvaguardar las necesidades de nuestros vecinos; el resto, debe esperar”, ha concluido.